Incluso los más cotidianos e insignificantes, repetidos una y otra vez, día a día, se convierten en importantes para la sostenibilidad de nuestro estilo de vida. Quizás alguna vez te habrás preguntado que es más eficiente desde el punto de vista medioambiental, si secarse con toallitas de papel o bien usar el secador eléctrico en los aseos.
Un estudio realizado hace ya algún tiempo por la consultora Environmental Resources Management (ERM) para una marca de secadores eléctricos, trató de despejar esa duda. En el informe se comparaba por un lado, secar las manos mojadas bajo el aire caliente producido por una máquina eléctrica durante 30 segundos y, por otro, coger dos toallitas de papel que acaban en una papelera. Y ello, 500 veces por semana a lo largo de cinco años.
La conclusión se decantaba por el uso de los secadores de mano, ya que, entre otros factores, evitaban la tala de árboles y el tratamiento de las toallitas como residuos tras su uso. El estudio analizaba los impactos ambientales de uno y otro sistema en todas las fases de su vida útil. En el caso del secador eléctrico, una máquina de 2,4 kW, comenzaba considerando los efectos ambientales de la fabricación del aparato: 6,4 kilos de diferentes metales y plásticos. En cuanto al papel, contemplaba las consecuencias de producir toallitas de 3,79 gramos de media y de tipo C-Fold y un dispensador de acero ligero (de 2,6 kilos), pero también la papelera de acero (de 6,2 kilos) y hasta una bolsa diaria de basura de polietileno. Así, el trabajo consideraba que tras 130.000 usos el secador eléctrico habría generado cerca de 1,6 toneladas de CO2, mientras que las toallitas supondrían unas 4,6 toneladas.
Sin embargo, el principal impacto de producir los 30 segundos de aire caliente está en la electricidad necesaria para que el aparato funcione. Así pues, los efectos ambientales serán muy diferentes según el origen de la energía empleada sea de tipo fósil, nuclear o renovable.
Lo interesante de este trabajo es que pone de manifiesto cómo unamáquina puede reducir su impacto ambiental si la electricidad procede de fuentes renovables y que las toallitas de papel usadas en los aseos públicos siguen sin reciclarse. Otra reflexión interesante se refiere al aire de máquinas secadoras, pues si se empleara aire sin calentar se reduciría significativamente la energía necesaria en el proceso -hasta un 80%.
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